Para incrustaciones y huecos, principalmente, aunque también se puede usar para realizar diferentes “pisos” exteriores o interiores.
Se usa cuando no queremos retirar el material hasta el fondo de la pieza. Como en el perfilado, dependemos del diámetro de la fresa, por lo que las esquinas o aristas tendrán un pequeño redondeado.
La fresa recorre toda la superficie interior del dibujo, con lo que necesitamos superficies cerradas para trabajar.